Terminar una relación nunca es fácil, menos si uno, o una, lleva inmersa en ella un largo tiempo. No sólo es difícil salir, sino también el recomponerse porque hay muchos hábitos adquiridos detrás de una relación. Para empezar algo nuevo siempre es necesario primero cerrar la etapa anterior. No por obligarnos a olvidar, el recordar es parte del duelo y hay que dar lugar a este, pero no quedarse allí. Es esencia sanar para poder seguir. Para conocer a alguien primero uno tiene que estar bien sino el disfrute no es el mismo. Muchas personas tras terminar una relación, luego de pasar por un período de recuperación tienen miedo de encontrarse con una nueva persona. Aparece el temor al rechazo, a no saber cómo relacionarse, a volver a equivocarse. Como la persona no es la misma entonces tampoco lo será la manera de relacionarnos, habrá que buscar nuevas formas, esto puede generar miedo, pero también es interesante y enriquecedor. Para no tener frustraciones futuras debemos entender que sabemos dónde empezamos, pero no dónde terminamos.
La intimidad se une con el afecto, ante una persona desconocida el afecto a veces cuesta que vuelva a aparecer. Es importante saber pedir, y decir lo que gusta o lo que se quiere, esto da lugar a un redescubrimiento ante la sexualidad. A muchas personas les da seguridad contactar con sus exparejas, seguir teniendo contacto con ellas es una zona segura, allí no hace falta exponerse a grandes cambios. El tema es que si una relación terminó por algo habrá sido, por lo que volver a un lugar por no animarse a experimentar en nuevos caminos, no es recomendable. La terapia psicológica sirve ante una separación difícil de atravesar. Puede ayudar a ver, por ejemplo, que las casas o los domicilios están conectadas con mucho recuerdo familiar. Al principio quizás sea preferible ir a un hotel, o algún otro lugar para tener un encuentro sexual en un espacio más neutro, o menos connotado. De esta manera se evitará que la persona se bloquee ante lo nuevo. Luego cuando se entiende que no hay comparaciones y que se puede disfrutar de nuevos vínculos entonces se podrá llegar a estos lugares íntimos de una manera más amigable. Por otro lado, muchos nuevos encuentros nacen de la internet. El factor internet lo que hace es que se sienta más rápido y cercano al otro, o la otra, cosa que cuesta más cara a cara. La intimidad y proximidad se da más rápido por estos medios, pero hay que esperar a conocer personalmente al otro, o la otra, para no generar falsas expectativas que luego frustren.