
Disfunciones sexuales masculinas
Cuando se tiene una relación sexual con sus fases de forma adecuada al producirse la eyaculación, no se acompaña de una sensación subjetiva placentera. Normalmente, tiene que ver con una causa no orgánica y está muy asociado a personas que tienen eyaculación precoz. Muchas veces, en el intento de retrasar la eyaculación, se utilizan formas de distracción atenuando la sensación orgásmica.
Muchas enfermedades pueden causar una impotencia o disfunción eréctil entre ellas la diabetes, la lesión de la médula espinal y la arteriosclerosis.
La erección del pene, es un fenómeno complejo que se produce en el tejido eréctil de los cuerpos cavernosos. Las fases serían: estimulación neurológica concreta, respuesta del tejido eréctil, llegada de sangre al tejido eréctil, replección de espacios cavernosos, aumenta la presión endocavernosa, se mantiene dicha presión y por último la detumescencia.
Un estímulo neurológico concreto facilita la erección siempre y cuando, no se de una alteración neurológica, vascular u hormonal. Cuando un estímulo llega al tejido eréctil, éste se hincha llenándose de sangre y aumenta la presión de los cuerpos cavernosos. Hay momentos en que la erección puede fallar. Puede ocurrir que el sistema nervioso, no de la orden para que no se dilate el tejido eréctil de los cuerpos cavernosos por distintas enfermedades neurológicas. También podría haber lesiones peneanas que taponan los vasos sanguíneos sin que el tejido eréctil, reciba sangre suficiente como vemos en la arteriosclerosis de las arterias del pene. A veces, llega el impulso nervioso y la suficiente sangre, pero ésta no se queda dentro de los cuerpos cavernosos cuando hay una disfunción veno-oclusiva. Por último, podría haber algún problema muscular cuando ha de encargarse de la última fase de rellenar de sangre el pene.
Hay que tener en cuenta además de las diferentes enfermedades que producen más frecuentemente impotencia, los factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la diabetes, la hipertensión arterial y trastornos de los lípidos sanguíneos.
El tener en algún momento una falta de erección total o parcial, no implica tener una disfunción eréctil. Suele mirarse si ésta, persiste durante seis meses. Hay que hacer una evaluación vascular, urológica y endocrinológica además, de una psicológica o psiquiátrica en algún caso.
Normalmente la consulta se produce después de que el hombre, previamente haya conseguido y mantenido una erección ya no pueda hacerlo. Si nunca se ha mantenido puede deberse a muchos factores psicológicos (culpa, ansiedad, depresión, etc.).
A medida que el hombre aumenta la edad, disminuye la fuerza y cantidad de la eyaculación y se reduce la tensión muscular. Es importante que no se asocie a que ya no se puede seguir disfrutando de una relación sexual. Toda la vida, desde que se nace hasta que se muere, se puede obtener satisfacción sexual.
Una vez descartados los factores orgánicos se explora el efecto que la corteza cerebral tiene para inhibir la erección. Si uno se centra en su erección se frena su proceso automático. Se valora el nivel de ansiedad que además de provocar dudas puede afectar a los vasos que van a llevar sangre al pene cerrándolos. Esto puede llevar a un grado de “auto-observación” que lleve a la persona a fracasar en su intento de tener una erección alimentando la rueda. La persona, no atiende a los diferentes estímulos por centrarse nada más en la consecución de tener una erección, no facilitándose un estímulo adecuado. Se duda a partir de aquí, de la capacidad de obtener una erección y se antecede el posible fracaso.
La impotencia también puede estar asociada a otros factores como las relaciones de pareja, estrés, depresión, etc. Se han de identificar y tratar muchos factores que interaccionan que pueden facilitar, predisponer o mantener una disfunción eréctil.
Hasta final de los años 60 no empezaron a aparecer los primeros estudios de Cooper, Friedman y Masters sobre la eyaculación. La prevalencia de las consultas es de un 35% de la población masculina.
UIT y Vandereycken clasifican las alteraciones de la eyaculación de la siguiente manera:
Según su Duración:
- Eyaculación Precoz
- Eyaculación Retardada
Según la Sensación:
- Eyaculación Dolorosa
- Eyaculación Insensible o Anhedonia
Según el Volumen:
- Eyaculación Retrógrada
- Aneyaculación
Es un trastorno que cada vez afecta más a la población masculina. La Asociación Americana de Psiquiatría la define: “La eyaculación, se presenta antes de que el individuo lo desee”. Esta definición aún siendo subjetiva es más válida que criterios como el tiempo, el número de movimientos durante el coito entre otros. Hay muchos factores a tener en cuenta cuando se habla del control eyaculatorio como: la edad, si la pareja es estable y la frecuencia de relaciones. Muchos hombres, nunca se han planteado o preocupado por su eyaculación. A veces, sucede que al cambiar de pareja, se les plantea el problema que hasta el momento no afectaba.
Muchos hombres intentan para controlar su eyaculación técnica como: pensar en otras cosas mientras lo hacen; colocarse varios preservativos para evitar la sensibilidad del glande, masturbarse antes de una relación sexual, preservativos retardantes, beber alcohol, etc. Todo esto no solo no ayuda, sino que hace que el problema se siga manteniendo a lo largo del tiempo e incrementar con ello la ansiedad y en algunos casos, los conflictos relacionales. Muchas técnicas terapéuticas, están orientadas a parar o detenerse justo antes de que se desencadene el reflejo eyaculatorio. Hay también tratamientos farmacológicos, pero este último es más adecuado en hombres sin pareja y con una gran precocidad eyaculatoria.
CAUSAS Y TRATAMIENTO
Hay muchas definiciones entre ellas CIE-10:
«La eyaculación precoz es la incapacidad de controlar la aparición de la eyaculación durante el tiempo necesario para que ambos participantes disfruten de la relación sexual.»
El hombre eyacula antes de tiempo y poco después de introducir el pene en la vagina (como consenso menos de dos minutos).
En algunos casos hay insatisfacción porque no hay control eyaculatorio y no se dura lo que se desearía esperando que la pareja alcance el orgasmo. Importante saber que no implica un problema de eyaculación precoz si su duración es extensa.
Causas:
Pueden se orgánicas: problemas hormonales, alteraciones en la próstata, herencia genética, problemas neurológicos, consumo de determinados fármacos etc.
Causa psicológica: necesidad de controlar impidiendo disfrutar del sexo, presión de la pareja, miedos, exceso de ansiedad que anticipa el fracaso etc. Si afecta a ambos puede añadirse problemas de autoestima, sensación de rechazo, miedo al fracaso y evitación que ayuda a sostener y empeorar el problema.
Tratamiento:
Es preferible que ambos colaboren, aunque se pueda realizar una terapia individual. Lo que afecta a un miembro de la relación afecta al otro y estar juntos facilita que el apoyo ayude.
Se facilita la erotización sin centrarlo en el coito para facilitar el contacto sin ansiedad y volver a las sensaciones. También técnicas del control eyaculatorio. Se juega con los ritmos, las sensaciones y el control eyaculatorio.
Suele haber un hipercontrol voluntario de la repuesta eyaculatoria que no descarta examinar un problema orgánico de base. En terapia se da información educativa, se explican las actitudes importantes y los pasos definidos entre paciente y terapeuta a seguir que empiezan por la masturbación sin la presencia de la pareja, para ir aumentando hasta obtener una eyaculación dentro de la vagina.
CAUSAS Y TRATAMIENTO
El hombre tiene dificultades para poder eyacular y tener un orgasmo a pesar de que la estimulación sea la idónea.
Es primaria si ha pasado desde siempre y secundaria cuando antes no estaba y en un momento determinado aparece.
Según el DSM V se requiere que:
- Que la dificultad sea persistente y recurrente en el tiempo
- Que genere malestar personal y dificultades en las relaciones
- Además, que no se deba a una condición médica (por ejemplo, diabetes) o al consumo de fármacos o drogas (antipsicóticos, barbitúricos, etc.) que alteren la respuesta eyaculatoria y la respuesta orgásmica.
A nivel psicológico normalmente la persona tiende a un exceso de autobservación y ello, no le permite disfrutar del sexo y fluir en la experiencia del intercambio. Se genera ansiedad y una desconexión de disfrutar de los estímulos sexuales. Es necesario dar herramientas de volver al cuerpo y permitirse conectar con el cuerpo, la sensibilidad y el placer. Se pueden dar otros aspectos psicológicos que también impiden eyacular entre ellos:
- Miedo al embarazo
- Coito interrumpido
- Falta de tracción física hacia la pareja
- Problemas afectivos y de apego
- Conflictos relacionales
- Enfado, abuso, desprecio o resentimiento.
Tratamiento
Comprender que es lo que afecta y asegurarse que es de origen psicológico. La pareja es una gran fuente de ayuda, aunque es posible el tratamiento individual. Se va facilitando a través de la terapia una aproximación gradual para que la persona pueda ir a eyacular dentro de la vagina.
Al principio el tratamiento, no se centra en la penetración para aprender a disfrutar. Primero se dan pautas de auto estimulación para que él incorpore estímulos eróticos y más tarde que lo realice delante de la pareja sin intervención de ésta.
La siguiente fase sí interviene la pareja activamente para que él también pueda eyacular con su ayuda al principio y después que sea su pareja quién se lo facilite.
Kaplan habló de la maniobra puente (“estrategia del cartero”) dónde el hombre se estimula y roza los genitales de la mujer hasta eyacular. Después cuando se inevitable el orgasmo, realizará en ese instante la penetración. Se respeta el ritmo durante el tiempo necesario y se podrá ya pasar a buscar otras posturas para normalizarlo.
El semen se descarga en el interior de la vejiga en lugar de la uretra. La erección y el orgasmo se producen, sólo que el semen, no surge. Tiene una base orgánica. Se puede saber porque cuando se orina, hay presencia de semen.
El semen se descarga en el interior de la vejiga en lugar de la uretra. La erección y el orgasmo se producen, sólo que el semen, no surge. Tiene una base orgánica. Se puede saber porque cuando se orina, hay presencia de semen.
Es importante atender a las pruebas médicas como:
- Un examen físico (pene, testículos y sensibilidad de los nervios)
- Análisis de sangre y orina: descartando diabetes, niveles bajos de testosterona etc.
- Ecografías: explorar el flujo sanguíneo
- Examen psicológico: recogida de historia y entender si hay causas como una depresión u otros
La disfunción eréctil sucede cuando la persona no puede mantener su erección mientras siente deseo generando una gran frustración y problemas emocionales. Algunos factores psicológicos son:
- Problemas de pareja
- Problemas laborales
- Preocupaciones, miedos, creencias erróneas
- Educación represiva
- Otras variadas: historia de abuso, baja autoestima, causas inconscientes etc.
La ansiedad es un factor importante. Cuando sucede la preocupación lleva a temer que vuelva a suceder cada vez que se desee mantener relaciones sexuales. Esta situación agrava y mantiene la dificultad de poder mantener la erección.
Tratamiento
Recoger la historia comprender que es lo que afecta para dar soluciones a sus preocupaciones, creencias, miedos etc. Normalmente se trabajan distintas áreas porque el aspecto mental interfiere y se necesita comprender cómo la mente nos afecta a sentirnos bien.
Se dan pautas de estimulación, se hace trabajo corporal para manejar el estrés y conectarse mejor con el cuerpo.
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