Miedo
Nos protege del peligro físico y a dejar cosas perjudiciales. Ante los problemas a resolver, si huimos de él le damos más fuerza. La única forma es confrontarlo para no alimentar su crecimiento. La ansiedad es un reflejo del miedo. Crees que puede ocurrirte algo y por ello, tiemblas. No se ha de ir directamente a la solución fácil ante el miedo sino aplicar estrategias de afrontamiento.
Estrategias
- Expresarlo
- Confiar en nosotros mismos
- Pensamientos positivos
- Visualizar los pensamientos positivos que queremos conseguir
- Huir cuando supone una amenaza que no podemos confrontar
Tristeza
Nos ayudan a pensar interiormente y recomponernos. Una persona triste se ensimisma, se encierra en sí misma. Toca pensar en aquello que hemos perdido. Es una buena estrategia: llorar y pensar para ver qué hacer. No sería una buena estrategia dormir porque lo aplaza y alarga la tristeza durante más horas y más días. Tampoco trabajar en exceso porque no nos quita la tristeza al igual que comprar.
Sí que nos ayuda a neutralizarla
- Inducir el llanto
- Escribir
- Tomar decisiones o buscar soluciones
- Hacer cosas sin importancia
- Darse tiempo y aceptar las cosas tal y como son
- Hacer cosas que nos gustan (ayuda a neutralizar la tristeza o la soledad)
- Relacionarnos con las amistades puede ayudar a comunicarnos
- Lugares dónde hay gente: Ej. “Peluquería” (que además te hace cuidar tu aspecto); Ir a un bar o cafetería; Hacer actividades sociales como el cine, teatro o espectáculos… Facilitan salir con gente
- Compartir la tristeza con alguno de confianza ayuda a disipar la tristeza y que no se instale
- Escuchar música alegre (no triste) que nos motive a movernos también nos ayuda a disipar la tristeza
- Hacer algo de ejercicio no intenso
- Contacto físico: abrazos; masaje
- Baile
Resumiendo lo dicho, las estrategias que nos ayudan a disipar la tristeza son:
llorar/ pensar/ transmitir la pena/ hacer cosas agradables/ buscar contactos/ música/ ejercicio no intenso.
El compartir ayuda a salir del aislamiento. Al hablar con otros contrastamos y podemos ver si nuestra reflexión es adecuada. Al compartir la pena, también nos motiva con vistas a buscar soluciones.
Rabia
nos hace Actuar/ Hacer. Nos ayuda a poner límites con los demás y a nosotros a poner las cosas en su sitio. Tiene que ver con la injusticia, sentirnos no valorados. Llorar sería un cambio de emoción equivocada en este caso, pues pertenece a la tristeza. Lo que la rabia provoca es actuar a moverse. Si lloro será por impotencia, pena de no poder cambiar aquello que nos parece injusto.
Lo que sí nos ayuda es
- Enfadarse
- Verbalizar
- Gesticular para canalizarla
- Correr o hacer ejercicio físico intenso (a diferencia de la tristeza que es ligero)
- Gritar
- Discutir (no reprimirse)
- Movimientos de mandíbula
- Atribución de las responsabilidades que tocan al otro y a nosotros
Cuando uno siente que algo es injusto, ha aprender a poner los límites
Aguantar no sería nunca una buena estrategia porque nos desmorona por dentro además de que nos hace acumular resentimientos. Tampoco ni pelear ni reprimir son buenas estrategias. Con la rabia no sirve compartir como ocurre con la tristeza porque no es el mejor momento para hablar cuando se tiene rabia. Si decimos las cosas cuando tenemos rabia, el otro puede reaccionar con más rabia. Mejor no comunicarla. Sí es conveniente: discutir; descargar; hacer ejercicio físico; hacer cosas o actuar; gritar; romper cosas (Ej. Cartones que son duros y cuestan; periódicos viejos); arrugar papeles, etc.
La rabia es una forma de protegernos y requiere descargar en lugar de callarla o aguantarla.
Alegría
nos proporciona bienestar y equilibrio. La alegría se ha de compartir y expresar. Es importante plantearnos: ¿qué cosas se podrían hacer o hemos hecho que nos induzcan alegría? Reconocer qué emoción tenemos y poner en marcha las estrategias que nos faciliten el canalizarlas de forma adecuada, nos ayuda a tener un equilibrio y generarnos bienestar.
Los sentimientos serían las emociones básicas más lo que pensamos.