La menopausia es el final del ciclo menstrual de la mujer, y, por tanto, el final de su periodo de fertilidad.
Se trata de un hecho perfectamente normal que toda mujer experimenta con la edad. Ocurre cuando los ovarios limitan la producción de estrógenos y progesterona, dos hormonas necesarias para que funcione el ciclo reproductivo femenino.
Cuando
La edad de la menopausia
Se considera normal que una mujer deje de menstruar en cualquier momento comprendido entre los 45 y 55 años. Si se produce antes de los 35 años, se considera “menopausia prematura”. La media se sitúa en los 48’5, pero hay variación debido a factores como:
- Herencia: edad similar en miembros de la misma familia
- Raza y clima: en lugares de más altitud aparece antes; en razas mediterráneas y africanas se da en edades más precoces que las nórdicas
- Profesión y estado civil: parece haber disminución en la edad de aparición en mujeres que trabajan fuera del hogar; y retraso en mujeres casadas con respecto a las solteras
- Estado nutricional: aparece antes en países subdesarrollados
- Alumbramientos: si el primer hijo se tiene antes de los 28 años, aumenta la precocidad de la menopausia
- El tabaco: las que fuman tienen la menopausia más temprana
Síntomas
¿Qué síntomas presenta la Menopausia?
Aproximadamente en la mitad de las mujeres que llegan a la menopausia, el ciclo menstrual de las últimas reglas comienza a ser irregular hasta que definitivamente desaparece, sin que experimenten ningún otro síntoma más. No obstante, por regla general, el decrecimiento de los niveles de estrógenos se asocia con que la menopausia puede causar molestias sintomáticas que incluyen:
- Menstruaciones irregulares o falta de ellas
- Humor variable
- Bajo deseo sexual
- Sofocos: la mayoría los experimentan durante más de un año. Entre el 25 y el 50 % los padece durante más de 5 años. Se trata de episodios que duran entre 30 segundos y 5 minutos, y que pueden derivar también en escalofríos
- Sudores: la sudación nocturna perturba el sueño, empeora el cansancio y la irritabilidad
- Palpitaciones
- Sentirse mareada o padecer sensaciones de hormigueo y pinchazos
- Incontinencia urinaria: por inflamación de la vejiga y de la vagina
- Dolores de cabeza
- Sequedad vaginal: puede producir dolor durante el coito
- Dificultad para dormir
- Posible sensación dolorosa en los músculos y articulaciones
- Osteoporosis: intenso adelgazamiento de los huesos
De todos estos síntomas, los que son más bien psicológicos y emocionales, como la fatiga, la irritabilidad, el insomnio y el nerviosismo, pueden estar causados por la disminución de estrógenos.
Incidencias
¿Qué incidencia de enfermedades son el principal problema que provoca la Menopausia?
- Osteoporosis: las mujeres de mayor riesgo son las de raza blanca y delgadas, que fuman cigarrillos, beben excesivas cantidades de alcohol, toman corticoesteroides, ingieren poca cantidad de calcio, o tienen una forma de vida sedentaria. Durante los 5 años posteriores a la menopausia, se pierde del 3 al 5% de masa ósea por año, y después del 1 al 2% cada año
- Enfermedades cardiovasculares: las mujeres posmenopáusicas que toman estrógenos sufren menos enfermedades cardiovasculares que las que no lo hacen. Se relaciona con los efectos favorables de los estrógenos sobre el colesterol. Si disminuyen los estrógenos aumenta el colesterol malo (LDL, lipoproteínas de baja densidad) y disminuye el colesterol bueno (HDL, lipoproteínas de alta densidad)
Etapas
¿Cuáles son las etapas de la Menopausia?
La menopausia es un proceso gradual. Los acontecimientos que la preceden y que la siguen suponen un gran cambio para las mujeres tanto en el ámbito físico como en el social.
Los cambios físicos se componen de cuatro etapas:
- Premenopausia: referido al periodo que precede a la menopausia. La mujer comienza a tener reglas irregulares, pero sin que se den otros síntomas asociados a la menopausia, como pueden ser los sofocos o la sequedad vaginal. Esta etapa se sitúa sobre mediados de los 40 años
- Peri menopausia: ocurre durante una etapa que dura unos 4 años, abarcando los primeros dos años antes del oficial último periodo hasta los dos años siguientes del último periodo menstrual. Los ciclos pueden ser desiguales, se experimentan calores y sequedad vaginal. El pico se sitúa sobre los 51 años
- Menopausia: referido al final del periodo. Se estima que existe definitivamente “menopausia” trascurrido un año después de la falta del último periodo menstrual, con ausencia total de regla en estos doce meses
- Postmenopausia: desde la menopausia hasta el final de la vida
Tratamientos
¿Qué tratamientos pueden ayudar al alivio de la Menopausia?
Afortunadamente, hoy en día hay gran variedad de opciones:
- Medicación sin prescripción médica, para contrarrestar efectos: anti-inflamatorios, como puede ser la aspirina con ibuprofeno, entre otros, que alivian los síntomas de la menopausia. En cualquier caso, es necesario consultar con un médico para no correr riesgos, como úlceras u otros problemas. Para la sequedad vaginal, existen en el mercado cremas especiales y determinados lubricantes, junto con complementos como la vitamina E, que ayuda a combatir los sofocos
- Prescripción médica: tratamiento con estrógenos y progesterona, a los que se da el nombre de “terapia hormonal sustitutiva”. Se prescribe para reducir los efectos de la menopausia y ayudar a prevenir la osteoporosis.
Pueden prescribirse:
Hormonas orales y parches
Combinar estrógenos con progesterona, que alivia los sofocos y que puede ofrecer mejores resultados que únicamente el estrógeno. Cremas de estrógenos, comprimidos vaginales que restauran la elasticidad vaginal y la lubricación, y que facilitan el placer sexual (a la vez que reducen el riesgo de infección urinaria y de incontinencia) Cremas de progesterona, o aparatos intrauterinos que contengan progesterona
- Terapias no tradicionales: como la acupuntura, la meditación, y la relajación, que reducen el estrés consecuente de la menopausia. También ayudan: hierbas o remedios naturales como soja (aceite de soja para añadir en crudo; leche de soja, que proporciona más proteínas y menos grasas; salsa de soja; harina de soja; lecitina de soja para regular el colesterol, y tofu o queso de soja). Los fitoestrógenos tienen la ventaja de no producir sangrado y carecen de efectos secundarios.
- La fitoterapia (plantas naturales): algunas de las plantas que pueden ayudar:
- Salvia (para ausencia de reglas)
- Onagra (mejora la elasticidad de la piel, regula los estrógenos, progesterona y prolactina. Influye en la emisión de neurotransmisores en el cerebro y dilata los vasos sanguíneos)
- Cimífuga (dolencias asociadas a la menopausia)
- Centella asiática, rusco y castaño de Indias (sistema linfático y tratamiento de la celulitis)
- Enebro (reduce los nódulos de sangre y mejora el tono de la piel)
- Abedul (estimula la diuresis y favorece la eliminación de ácido úrico)
- Fucus (activa el metabolismo)
- Alcachofera (protege, depura y desintoxica el hígado)
- Milenrama (evita retención de líquidos)
- Gayuba; frutos de mirtilo (problemas genitourinarios)
- Meliloto, ginkgo biloba, hipérico, pasiflora, lúpulo; espino blanco, ginseng, cola de Caballo (problemas cardiovasculares)
- Harpagofito, (aparato osteomuscular)
Cuando se toman plantas o se acude al remedio de la fitoterapia, siempre es necesaria la consulta previa con un especialista, porque “natural” no es igual a “inocuo”.
Terapia hormonal
¿Qué pros y contras presenta la Terapia Hormonal Sustitutiva?
Pros:
- Protege posibles enfermedades cardíacas
- Ayuda a mantener los niveles de colesterol
- Previene el desgaste óseo que acaba en osteoporosis
- Alivia los síntomas de la menopausia como los sofocos, la sequedad vaginal y los trastornos urinarios
Contras:
- Puede causar sangrados similares a la menstruación
- Aumenta el riesgo de cáncer endometrial
- Puede incrementar el riesgo de cáncer de mamas
- Efectos secundarios: náuseas, malestar en las mamas, dolor de cabeza y cambios en el estado de ánimo
Es imprescindible consultar antes de decidir el tratamiento adecuado para cada mujer. No se prescribe terapia hormonal sustitutiva a mujeres que padecen o han padecido cáncer de mama o de endometrio avanzado, que presentan hemorragias genitales de causa desconocida o que tienen enfermedades hepáticas graves o alteraciones en la coagulación sanguínea.
Tampoco si existen enfermedades crónicas del hígado o de porfiria aguda intermitente. La progesterona se administra junto con el estrógeno para reducir el riesgo de cáncer de endometrio. Se toma a diario y provoca una hemorragia vaginal irregular durante los dos o tres primeros meses, que desaparece por completo en el trascurso de un año. La progesterona sintética (vía oral o intravenosa) puede provocar efectos secundarios: hinchazón abdominal, malestar en las mamas, cefaleas, inestabilidad emocional y acné, y presentar efectos adversos sobre los niveles del colesterol. Si una mujer no puede tomar estrógenos sí se le pueden prescribir otros fármacos, como ansiolíticos, progesterona o clonidina para reducir el malestar de los sofocos. En algunos casos se administran antidepresivos para aliviar la depresión, la ansiedad, la irritabilidad y el insomnio.
Malestar
Por qué se vivencia un malestar en la etapa de la menopausia
Este período de la vida se acompaña de vivencias, emociones y sentimientos muy fuertes. Entre ellas:
- Pérdida menstrual: para algunas mujeres puede significar una liberación (no hay miedo al embarazo, ni dolores durante el período); pero la menstruación también se asocia a ideas como juventud, fertilidad, valía y feminidad, por lo que experimentar su ausencia puede provocar un sentimiento negativo
- Cambios corporales: coincide con que se establece una nueva imagen del propio cuerpo. La disminución de estrógenos tiene efectos sobre la piel, los huesos, etcétera. La mujer ve que su cuerpo envejece y que esas trasformaciones irreversibles le hacen tener que asimilar un nuevo “yo”
- Salida del hogar de los hijos: provoca el “síndrome del nido vacío”. Puede interpretar que los hijos ya no la necesitan
- Actitud social negativa: la sociedad valora en exceso a la juventud y todo lo a ella se asocia (belleza, salud, vitalidad, etcétera)
Se puede añadir que la edad de la mujer puede coincidir con pérdidas de seres queridos. Esta situación, sumada a los problemas inherentes a la menopausia, así como la adaptación psicológica al nuevo periodo, la apatía, la preocupación por el envejecimiento y el futuro, son un cúmulo de aspectos que pueden desembocar en una posible ansiedad generalizada.
Nueva etapa
¿Cómo comenzar la nueva etapa vital?
Reflexionando y asimilando que la menopausia es un proceso natural y, como tal, una etapa vital normal e inevitable en la existencia de toda mujer, podemos encajar el período posmenopáusico mejor. Hay que tener en cuenta también que la longevidad y la esperanza de vida han ido aumentando a lo largo de la evolución, por tanto la mujer vive hoy en día una etapa más larga en la menopausia que en épocas históricas antiguas.
Experimentar la madurez con plenitud dependerá de cómo hayamos vivido los otros periodos de nuestra vida. Si asimilamos que lo que nos ha hecho pasar de una etapa a otra ha sido la superación de la anterior, y lo contemplamos como un proceso positivo que forma parte del vivir, la etapa de la menopausia será como todas las anteriores. No obstante, nos será de gran ayuda adoptar comportamientos y pautas que nos faciliten una integración de lo que esta nueva etapa conlleva.
Por ejemplo:
- Aceptar el presente y sus circunstancias: ahora nuestro cuerpo con sus cambios sigue siendo el vehículo imprescindible para existir y comunicarnos
- Hacer deporte: el deporte moderado también tiene muchísimas ventajas que contrarrestan enfermedades graves (cardíacas, osteoporosis, infarto cerebral, diabetes, etcétera)
- Vigilar nuestra forma de pensar: la forma en que canalizamos nuestro pensamiento afecta a nuestras emociones y sensaciones. Debemos pensar en las muchas ventajas que supone una etapa como esta: más tiempo para nosotras, mayor cúmulo de experiencias y conocimientos, una época propicia para la tranquilidad y el descubrimiento personal, el encuentro más profundo con una misma y con la pareja, con todo lo que esto enriquece… En definitiva, es sólo cuestión de ordenar las prioridades de otra forma
- Cultivar nuevas relaciones interpersonales: aportan calidad de vida y hacen que no nos encerremos tanto en nosotras mismas. Ayudan también a observar y compartir cómo entienden y vivencian esta etapa de su vida otras personas
- Potenciar el vínculo con la pareja: ayuda a madurar en una etapa que tiene otras cosas positivas; a descubrir y vivir al otro desde la profundidad y la intimidad
- No vivir esta etapa como pérdida: del cuerpo, de los hijos, de las fuerzas, de la capacidad de trabajo, de las posibilidades de empleo… es una etapa que a todas nos llega, y debemos ver que nuestras capacidades siguen ahí. Cada una de nosotras debe asumir la responsabilidad de tener en cuenta: nuestros pensamientos, acciones y los valores que mantenemos. Si nos valoramos, estaremos más dispuestas a darnos a los demás y a disfrutar de esta etapa como un descubrimiento
Bibliografía
Dueñas Díez, José Luis. Climaterio y Calidad de vida. 2001. Editorial Masson. Martínez Vera, Ester. La Menopausia ¡Vívela! 2002. Recursos ediciones, Barcelona