La dependencia emocional en la pareja es un problema, estas son las pautas para detectarla y poder superarla.
La dependencia emocional en la pareja aparece cuando depositamos en nuestra pareja nuestros vacíos internos esperando que se hagan cargo de ellos. Podemos visualizar la dependencia emocional cuando hay sentimientos de que, sin el otro, o la otra, no se puede vivir. Cuando está la sensación de que no nos quieren lo suficiente, o cuando ante cualquier mal entendido el sentimiento de abandono aparece rápidamente. Se suele adoptar la postura de buscar siempre la aprobación en la pareja ante todo lo que se hace, privandonos de la propia perspectiva. Si nos encontramos en ese lugar deberíamos intentar arriesgar a tener nuestro propio criterio, aunque a veces duela ir contra corriente. Si vivimos la falta de consenso como que nos van a rechazar significa que nuestra autoestima no está fuerte. En una situación de dependencia emocional se suele también exigir en exceso al otro, o la otra, para que dé, y en caso de no hacerlo puede aparecer el enfado. Se quiere inconscientemente que la pareja siempre esté cerca, dejando de lado sus círculos sociales. Es importante por esto tener una vida propia y un círculo del cual se pueda uno o una nutrir. Hay que cuidar nuestros hobbies, tener tiempo para nosotros y nosotras mismas. Si abandonamos estos espacios entonces estaremos perdiendo nuestra autonomía. Tenemos la responsabilidad de construir una vida por fuera de nuestra pareja que también aporte a nuestro crecimiento personal.
Las necesidades del otro, o la otra, no deben ser más importantes que las propias porque si no habrá una falta de autoestima, y una falta de amor propio. No nos debemos poner en segundo plano. El sacrificio no forma parte de relacionarse sanamente. Si tenemos la sensación de que siempre tenemos que ceder para que la relación fluya, y que del otro lado eso no sucede, entonces hay algo que no está siendo recíproco, y que no nos está haciendo bien. Necesitamos frenar a ver en nuestro interior, a analizar nuestro comportamiento y así observar si este comportamiento lo tenemos únicamente con esta pareja, o si es algo que venimos repitiendo el mismo modelo o patrón con otras relaciones. De a poco, realizando esta autobservación sería interesante lograr llegar al origen de todo esto, para no repetir indefinidamente dicho comportamiento.
Derribar mitos como el de “la media naranja” es esencial para no generar confusiones. Nadie está en la búsqueda de su mitad, porque todos y todas somos seres completos y completas. Si nos unimos a alguien es para potenciar nuestro bienestar, no para depositar en alguien más nuestros vacíos, nuestras penas, o nuestras tristezas. De nuestro bienestar emocional sólo somos responsables nosotros y nosotras, y desde ese lugar de plenitud nos deberíamos acercarnos a otras personas para compartir. En el amor no se suele elegir, viene quien tenga que venir, por lo que si estamos bien parados y paradas emocionalmente atraeremos a personas en la misma situación.