Como superar un shock o trauma emocional
Un trauma psicológico en este caso es un cambio profundo que nos genera un desajuste en la vida cotidiana y donde nos pueden aparecer síntomas como el estrés o la ansiedad. Cuando hablamos de cambios nos referimos por ejemplo a un divorcio, una separación, la muerte de un ser querido o incluso un despido laboral. En este vídeo se explica qué cosas podemos hacer para poder controlar y superar un trauma emocional. Tenemos que tener claro que este estado no dura para siempre y que cada uno necesita un tiempo diferente para poder superar el proceso del trauma emocional. Tenemos que cuidarnos, tener aficiones, hacer cosas en grupo, divertirnos... esto son cosas que podemos hacer para quitarnos un poco de carga y encontrar un equilibrio entre lo que nos pasa por dentro y nuestra relación con el mundo.
Se entiende el trauma por una violación, o traumas profundos que generan lo que conocemos como estrés postraumático, donde nuestro sistema queda en estado de hiperalerta. Si estamos afrontando un trauma de esta magnitud será recomendable acudir a un terapeuta para poder tener un apoyo emocional, cuidando así nuestra salud mental. Pero en verdad entendemos el trauma, en términos más amplios, como aquellos desajustes que nos generan problemas en la vida cotidiana, y muchas veces traen consigo síntomas como estrés o ansiedad. Esto se pueden dar ante un divorcio, una muerte de un ser cercano, un desempleo inesperado, entre otras cosas.
Para poder afrontar este proceso es importante tener apoyo social y familiar. Tener personas con las que puedas hablar de lo que te sienta mal hace que se le pueda dar un orden y una expresión a ello, facilitando que ciertas emociones salgan hacia afuera y se trasmuten. Tenemos diversos sentimientos por lo que pasamos todo el tiempo por vaivenes emocionales. Hay que entender que eso forma parte del proceso, por eso hay que aceptarlos y quedarnos tranquilos y tranquilas de que no durarán para siempre. Si nos observamos, nos dejamos vivenciar y damos lugar a sanar, esos sentimientos van a fluir, por el contrario, si los reprimimos quedarán estancados. No hay un tiempo determinado de duelo, cada quién tiene su propio ritmo y es importante respetarlo. Así como no hay que acallar el malestar, tampoco hay que aislarnos y quedarnos ahí. Debemos buscar espacios donde nos sentimos parte de algo más, así logramos tener un descanso y recargar energías desde un lugar lúdico. Realizar estas actividades que nos tranquilicen y nos saquen un poco del dolor ayuda. No significa que no estemos conectando con el dolor, sino que nos damos un respiro para poder seguir transitando. Es necesario cuidarnos durante el proceso, hay que poder pedir ayuda o delegar, para tener un poco menos de carga, así nos cuidamos y también dejamos que nos cuiden. La risa y el humor ayudan ya que nos permiten desdramatizar, pero no hay que caer en ello para evadirnos de nuestro sentir, no es útil cuando se la utiliza como medio para tapar lo que hay por debajo. Hay que buscar encontrar el equilibrio adecuado. Estas son algunas de las cosas que se pueden hacer para sobrellevar el síntoma y transformarlo, pero en el caso de que el cuerpo esté muy cargado, nos cueste expresarnos, o estemos bloqueados o bloqueadas para decir lo que nos pasa, entonces sería recomendable acudir a un profesional.