Imágenes del encuentro sexual
La posibilidad de obtener imágenes por RNM durante el acto sexual cara a cara, permiten un mejor conocimiento de la anatomía humana.
Fuente: British Medical Journal, 319: 1596-1600, 1999. Extraído de: www.siicsalud.com
Amsterdam, Holanda.- «Yo les explico a los hombres el origen de la segunda o tal vez de la primera razón para existir» (Leonardo da Vinci, 1452-1519). Estas palabras, dichas por Leonardo con relación a su dibujo «La Copulación», datan de 1493. El boceto renacentista muestra una vista transparente de la anatomía durante el acto sexual, según como éste era considerado por los anatomistas de la época. Se creía que el semen descendía del cerebro a través de un canal ubicado en la columna vertebral masculina.
En la mujer, se consideraba que el ductus lactífero derecho descendía de la mama derecha y finalizaba en la región genital. Pero aún un genio como Leonardo distorsionó la imagen del cuerpo masculino y femenino para ajustarse a la ideología de su época.
El estudio científico de la interacción de los genitales durante el coito y después de la eyaculación con o sin orgasmo femenino, ha sido siempre dificultoso y ocasionado controversias éticas, técnicas y sociales.
El primer estudio serio, después del boceto de Leonardo, fue publicado por Dickinson en 1933; y en la década del 60, por Masters y Johnson. En 1992 Riley junto con sus colaboradores publican un estudio de ultrasonido en torno a la copulación, pero las imágenes fueron de escasa calidad.
Actualmente, se han podido obtener imágenes de los genitales masculinos y femeninos durante el acto sexual cara a cara («posición de misionero»), a través de RNM.
La base del pene (1/3 de su longitud), y la parte erecta y pendular (2/3 de su longitud) son visibles. La parte pendular se mueve en forma ascendente en un ángulo de aproximadamente 120º con respecto a la base, y casi en paralelo con respecto a la columna vertebral de la mujer. Dichas características se observan en esta posición y no se relacionarían con el grado de penetración. Durante la penetración completa, el pene llena el fornix anterior o posterior; y el hueso púbico de la mujer permanece 4 cm por delante del masculino. El útero asciende 2,4 cm, y el cambio de configuración de la vejiga se daría en parte debido a la elongación de la pared vaginal anterior que provoca el pene; además del ascenso del útero. Durante la excitación sexual sin coito, la posición y el tamaño del útero raramente varían. Sin embargo, estas imágenes no muestran la ampliación del canal vaginal, estructuras que sugieran la existencia del punto G, o un reservorio aislado de fluído indicador de la eyaculación femenina.
De acuerdo con las imágenes, la posición caudal de la pelvis masculina durante el acto sexual, el tamaño potencial de los cuerpos esponjosos, y la capacidad del pene erecto para formar un ángulo de aproximadamente 120º con respecto a la base posibilita la penetración a lo largo de la base de la sínfisis pubiana hacia el promontorio femenino o hacia la parte media del sacro, casi paralelo a la columna vertebral de la mujer. La posición escondida de la base del pene puede ser la razón por la que las imágenes por RNM difieren con respecto a las de Dickinson. Tanto Leonardo, como Dickinson subestimaron el tamaño de la base del pene. De hecho, la base junto con la parte pendular del pene erecto alcanzan 22 cm y el espacio vaginal también se agranda para alojarlo.
El conocimiento científico contemporáneo con relación a los cambios genitales en la mujer durante la excitación sexual se relacionan fundamentalmente con la vagina (engrosamiento de la pared vaginal debido a vasodilatación, lubricación, ensanchamiento de la cavidad vaginal), la uretra (congestión del tejido vascular), y el útero (movimientos ascendentes).
Investigaciones recientes en cuanto a la relación anatómica entre la uretra y el clítoris muestran que la uretra perineal se encuentra inserta en la pared vaginal anterior y está rodeada por tejido eréctil en todas las direcciones, excepto en la parte posterior donde contacta con la pared vaginal. Por otra parte, se ha podido comprobar que la pared anterior de la vagina tiene una inervación más densa que la pared posterior, por lo que se puede considerar particularmente sensible y excitable. El concepto de Hosch del brazo sensorial clitoridiano-vaginal del reflejo orgásmico se relacionaría específicamente con la pared anterior de la vagina, la vejiga, los tejidos periuretrales, y la fascia Alba.
El filósofo y médico polaco-germano Ludwick Fleck (1896-1961), utilizó imágenes de la anatomía genital femenina para ilustrar la influencia del condicionamiento cultural en el conocimiento científico. En su tratado «Génesis y desarrollo del hecho científico», manifiesta: «En la ciencia, tanto como en el arte, y en la vida, sólo lo que es verdad para la cultura es verdad para la naturaleza». Por eso, así de objetivas como puedan ser las imágenes por RNM, muestran la anatomía del acto sexual, tan verdadero para la cultura como para la naturaleza.