Por Gina Kolata
Frente a este tema a veces la ciencia se ruboriza
La doctora Julia Heiman, una psicóloga que dirige la clínica de reproducción y medicina sexual de la Universidad de Washington, quería saber si las mujeres se excitan sexualmente si les hablan de amor y romance o si ellas se emocionan ante conversaciones de sexo explícito.
La investigadora le pidió entonces a las estudiantes que se colocaran un dispositivo similar a un tampón que detecta el aumento del flujo sanguíneo en la vagina. Con este dispositivo colocado, las jóvenes escucharon grabaciones románticas y eróticas.
Así, la doctora Heiman obtuvo su respuesta: si el flujo sanguíneo en la vagina es una medida cierta de excitación sexual, las mujeres; como los hombres, se excitan más con la charla erótica que con la romántica. Esto sucedió a principios de los años 70.
Pero aún hoy cuando la mayoría de las especialidades médicas ha sufrido transformaciones, los estudios de la doctora Heiman siguen siendo la última palabra. Sin embargo, con la reciente introducción del Viagra, la píldora de la impotencia producida por Pfizer, el mundo ha cambiado.
Repentinamente aparece una píldora para los hombres que tienen problemas para lograr o mantener una erección. Casi al mismo tiempo, los científicos de los laboratorios medicinales, preguntándose si el Viagra o algo similar puede enriquecer el sexo para las mujeres, les están preguntando a los científicos académicos sobre los conocimientos disponibles acerca de las respuestas sexuales femeninas.
La respuesta es: no mucho
«Para la mayoría de los profesionales de la medicina, los genitales femeninos están aún ahí abajo», dijo el doctor John Gagnon, profesor de sociología en la Universidad Estatal de Nueva York, en Stony Brook. A este comentario, el doctor Gagnon agregó: «Todos desvían la vista, horrorizados». Aún peor; dijo, es descubrir qué brinda placer a las mujeres y cómo aumentar ese placer. A los hombres les preocupa que «si ella lo disfruta mucho, lo hará con alguien más a mis espaldas», explicó el doctor Gagnon.
Nadie niega la evidencia de que muchas mujeres son infelices en su vida sexual. La doctora Sandra R. Leiblum, psicóloga del centro médico Robert Wood Johnson en New Brunswick, Nueva Jersey, apuntó que «cada encuesta invariablemente nos muestra que más mujeres que hombres se quejan de dificultades sexuales».
La doctora Leiblum citó una importante encuesta en los Estados Unidos que encontró que un tercio de las mujeres encuestadas – pero sólo un sexto de los hombres – decía no tener interés en el sexo. Un quinto de las mujeres – pero sólo la décima parte de los hombres- dijo que el sexo no les daba placer.
La doctora Leiblum piensa que gran parte de las quejas de las mujeres son psicológicas. La mayoría tiene fácilmente orgasmos si se masturba , dijo. «Cuando ellas no se sienten presionadas para actuar, y cuando no les importa cómo se ven o cómo están formadas o cómo huelen».
Pero es mucho más fácil y socialmente aceptado estudiar los problemas psicológicos que la fisiología de las respuestas sexuales en las mujeres. «Hay una enorme resistencia para comprender las respuestas sexuales femeninas», dijo el doctor James H Geer, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Louisina e inventor del dispositivo similar a un tampón.
La doctora Frances Quirk, que trabaja para Pfizer en su centro de investigaciones en Sanwich, Inglaterra, dijo que los estudios iniciales sobre Viagra en los hombres se concentraron únicamente en los modos de medir los efectos físicos de las drogas n las erecciones. Pero, dijo, la compañía, pronto redireccionó sus esfuerzos. «Una de las grandes innovaciones fue comprender que las estimaciones y las percepciones de los pacientes podían procurar información valiosa -dijo-. Esto es probablemente aún más importante en las mujeres.»
Falta de deseo
Partiendo de ese mismo método, la doctora Quirk y sus colegas desarrollaron un cuestionario que pregunta a las mujeres con qué frecuencia tienen sexo, cuán confiables son como compañeras sexuales y cuán bien y cuán rápido responden a la estimulación sexual. Testearon su encuesta con 1160 mujeres. Los resultados dijo la doctora Quirk, parecen demostrar una relación entre los síntomas femeninos de disfunción sexual y las preocupaciones sobre el futuro de su vida sexual.
Por ejemplo, el 34 por ciento de las mujeres que dijeron tener dificultades para excitarse, comentó estar preocupado por el futuro de su vida sexual, mientras que sólo el 5 por ciento de aquellas que no tenían dificultades mostró esa preocupación. Y el 13 por ciento de aquellas que tenían dificultades con la lubricación – comparadas con el 8% que no tenía ese problema – sentía ansiedad con respecto a sus vidas sexuales. Ahora, dicen los investigadores sexuales, se está acercando el momento de la verdad.
Fue fácil justificar el Viagra en los hombres porque la droga, como Pfizer enfatiza, no incrementa el deseo. Todo lo que hace es ayudar a un hombre que ya posee el deseo sexual, a lograr una erección. Pero la queja principal entre las mujeres es la falta de deseo. En una sociedad que sanciona las investigaciones sobre disfunciones sexuales en las mujeres, dijo la doctora Heiman «la gente debería ver el deseo sexual femenino como un tema importante».
Por otra parte, los laboratorios medicinales no son el gobierno federal. Ellos pueden continuar con las investigaciones sobre sexo si hay un problema que necesita ser tratado y un mercado para una droga. «Uno podría decir que la falta de información con respecto a la sexualidad femenina está bien para la cultura general – agregó la doctora Heiman -, pero no está bien para la industria farmacéutica.»