Desde que se publicó el informe Kinsey en 1948 quedó claro que había distintos grados en la orientación sexual de hombres y mujeres. No se producía un efecto dicotómico de heterosexual-homosexual.
Kinsey estableció una escala y sus datos eran: el 60% de los hombres y el 33% de las mujeres, habían participado en algún acto de práctica homosexual. En su estudio, más de una tercera parte de los hombres y casi una quinta parte de las mujeres, habían alcanzado el orgasmo por lo menos una vez en actividades homosexuales.
Cuando una persona tiene una orientación homosexual quiere decir que se sienten atraídas afectiva y sexualmente por personas de su mismo género. Las categorías nunca son absolutas y no dejan de ser meros conceptos que definen a las personas relacionadas con el contexto cultural en el que se vive. Lo importante a remarcar es que uno puede tender a una orientación sexual como puede ser la homosexual, pero incidentalmente tener relaciones sexuales heterosexuales o a la inversa, así como, tender a la «exclusividad» de una orientación sexual. No todas las personas que tienen relaciones homosexuales se sienten gays y algunas pueden sentirse homosexuales sin haber tenido ninguna práctica sexual.
En el medio situaríamos a las personas bisexuales las cuales funcionan tanto desde tener relaciones con el mismo sexo como con el opuesto. Es importante por lo tanto diferenciar entre: género (masculino/femenino); orientación sexual (gay/lesbiana/bisexual/heterosexual) y práctica sexual.
Se han intentado ofrecer muchas explicaciones con teorías diversas (endocrinas, genéticas, psicológicas…) y ninguna de ellas es científicamente concluyente. Lo que sí que es importante saber es que la orientación sexual no se elige ni se modifica y que cualquier intento de cambiar algo tan intrínseco y esencial de la persona, pone en desequilibrio su salud y psique. El heterosexismo y la homofobia pueden dificultar el proceso de aceptación dañando su autoestima y seguridad personal. Cabe decir que la falta de modelos afectivos que enseñen la orientación homosexual, los estereotipos y las ideologías no facilitan ni la toma de conciencia ni la aceptación. Muchas personas tienen que pasar por un duro proceso que envuelve dificultades como: negación, duda, miedo, confusión, angustia, soledad, rechazo y culpa. Desmontar los estereotipos implica obtener conocimiento sobre la realidad homosexual, hacerla visible, nombrarla para eliminar la represión y los miedos que impiden el desarrollo de los individuos.