En la actualidad vemos en la consulta más personas que funcionan con ansiedad sexual.
Tenemos ansiedad sexual cuando hay una preocupación reiterativa u obsesiva relacionada con nuestra actividad sexual.
Cuando estamos en nuestra mente lo que provocamos es generar dudas, dejar de vivir el momento y con ello perder el disfrute de mantener una relación sexual satisfactoria. El origen si reflexionas es fácil que se base en las relaciones anteriores, en tus miedos, mitos (creencias erróneas sobre la sexualidad) y a la educación sexual que has recibido entre otras posibles causas.
La tensión y el miedo van alimentándose a medida que mantenemos relaciones insatisfactorias. Se genera un círculo vicioso que no podemos parar: al tener ansiedad antecedemos el fracaso, lo provocamos y generamos un problema sexual que sigue manteniéndose en cada relación.
Es posible que a largo plazo pueda producir un bajo deseo sexual u otras disfunciones sexuales desde dispareunia, disfunción eréctil, etc.