Volver a tener relaciones íntimas después de una traición es algo muy difícil. Algunas parejas lo consiguen tras un trabajo duro.
Seguir o no seguir
Creías que todo estaba bien entre vosotros y un buen día, por azar, descubres que te ha sido infiel. Tras la primera tormenta emocional, llega la pregunta inevitable: ¿se puede seguir después de eso? Algunas personas comprenden que ya no quieren esa relación; otras, en cambio, deciden permanecer con su pareja.
Dolor e inseguridad
Pero eso no quiere decir que todo vaya a volver a ser como antes. Comienza una época dura para los dos que tendrá diversas etapas. La recuperación de la vida sexual será una de las más difíciles. “Una pareja que ha vivido un engaño y apuesta por continuar sabe que, como norma general, le espera un camino lleno de dolor e inseguridad,” explica la psicóloga y sexóloga Marián Ponte (www.marianponte.com). “Pero la manera de reaccionar varía mucho dependiendo de las personas y de las circunstancias. No es lo mismo un rollo puntual que algo sostenido en el tiempo; ni si se trata solamente de sexo o ha habido una implicación emocional”. Hombres y mujeres solemos reaccionar de manera distinta respecto a esto (ellos son muy sensibles a que haya habido mucho sexo; a nosotras nos duele saber que ha habido algo más).
Reconstruir la relación
Unos y otros han de tener claro que retomar la sexualidad pasa por volver a confiar en la pareja, y eso no es algo que se consiga de un día para otro. “Se trata de reconstruir la relación, de aceptar lo que ha pasado (otros lo llaman perdonar) -continúa Ponte- y de trabajar duro. Y en cuanto al sexo, es muy probable que durante una temporada la persona engañada no pueda tener relaciones y que el otro lo lleve mal, pero hay que entender que se trata de un proceso, que no se pueden forzar las cosas; de lo contrario no funcionará”.
Autoestima recuperada
Aquí, como en otras circunstancias de la vida, también hay que hacer duelo, vivir un periodo de comprensión o reparación, de recuperación de la autoestima. A veces, a pesar de todos los esfuerzos, no se consigue recomponer la confianza rota; otras, en cambio, la pareja vuelve a acercarse poco a poco y hasta descubre una sexualidad nueva, menos mecánica o rutinaria. ¿Y cómo se consigue esto? “Después de un trabajo sincero de reflexión, de comunicación. Depende mucho del vínculo emocional que había antes”, concluye.
¿Y cuándo es virtual?
Las nuevas tecnologías añaden un elemento de ambigüedad en estos casos. Hay personas que confunden el sexo virtual con el real; otras que no llegan a verse físicamente con esa persona que han conocido a través de Internet, pero que en cambio llegan a tener un vínculo emocional con ella que no tienen con su pareja real... Todo esto genera muchos conflictos. Cada caso es distinto, pero son muchas las personas que se sienten traicionadas por su pareja, porque donde hay un secreto hay una comunicación que está bastante rota.
La opinión de Marian Ponte: No es lo mismo si en la pareja había antes calidad emocional o, al contrario, tendencia al conflicto; si había buen o mal sexo... A veces, en situaciones de estrés, la pareja se desvincula sin darse cuenta. Otras, la infidelidad se produce después de vivencias fuertes de exclusión, como la pérdida de un trabajo o de un familiar. En este último caso, por ejemplo, lo que hay de fondo es un mecanismo de compensación.