"El placer de reirse"
La risa y la excitación sexual femenina están íntimamente ligadas, por eso es bueno que tenga su lugar en los preliminares: “Nos revitaliza, relaja nuestro cuerpo y nos permite sentir bienestar físico y mental. Ayuda a dejar de lado las preocupaciones, disminuye nuestra ansiedad y genera complicidad. Es una combinación hermosa cuando se mantienen relaciones porque se convierte en un momento más mágico, cercano y disfrutable para la pareja. Puede agudizar nuestro ingenio y nos permite ser más nosotros mismos a la vez que nos hace sentir cerca del otro”.
Besos, caricias, juegos eróticos... Las posibilidades para disfrutar en pareja son amplias.
Conoce tu cuerpo y... ¡a la aventura!
UNA FASE ESENCIAL
Todos sabemos qué son (lo que la pareja realiza antes del coito para alcanzar la excitación), pero, ¿por qué son tan importantes? “Porque preparan al cuerpo para disfrutar de la respuesta sexual”, explica la sexóloga Marian Ponte. “Tras el deseo previo, pasamos a la fase de excitación (los preliminares), durante la que se dan los cambios físicos necesarios para disfrutar del placer y del intercambio. Por ello, dedicarle tiempo es una garantía del éxito posterior”.
DATE TU TIEMPO
La incompatibilidad de horarios y el ritmo frenético de vida hacen que muchas veces la pareja se pierda en encuentros rápidos sin un tiempo de preparación. Pero encontrar un momento previo para estar juntos es fundamental: el contacto físico anterior al acto sexual aumenta los niveles de oxitocina, la hormona del amor. Sin embargo, esto también conlleva saber gestionar el ritmo de cada uno en la intimidad. Normalmente, la mujer necesita un mínimo de tiempo para excitarse, mientras que el hombre suele reaccionar de forma más rápida. ¿La solución? Conócete a ti misma y habla claro con tu pareja.
REPASA LOS ENCUENTROS
“Recordar un momento especial, hacer funcionar nuestra memoria y desplegar los olores, la música y todo lo que nos lleve a revivir encuentros anteriores es una táctica muy utilizada para excitarnos antes de hacer el amor”, dice Ponte. Es el efecto de la visualización positiva: usar el poder de la imaginación para alcanzar tus objetivos, en este caso, la excitación para llegar al orgasmo. Sin embargo, si recurrimos a otros encuentros de manera regular, quizás sea el momento de vivir el presente y crear otros nuevos. “Cada momento es único en sí mismo y tenemos que aprender a valorarlo sin entrar en comparaciones”.
¿JUGAR CON EL MIEDO?
Ver a tu chico ‘ligar’ (o hacerlo tú) con otros puede reavivar la producción de endorfinas al sentir que tu pareja no es ni para siempre ni incondicional. Pero este tipo de juegos, ¿son recomendables para ‘ponernos a tono’? “Sí, si se buscan como un juego compartido y mutuo en un momento puntual que pretende aumentar la pasión sin ningún tipo de manipulación”, explica la sexóloga. “Y no si se requieren siempre y forman parte de la inseguridad”.
Potencia los sentidos
Los españoles tenemos mayor número de relaciones sexuales que la media mundial (un 73 % afirma hacer el amor al menos una vez por semana), pero la duración de los encuentros es menor, según datos del último Informe Durex de Bienestar Sexual. Así, dedicamos a los juegos preliminares una media de 17,7 minutos y 15,2 al coito. A su vez, el 70 % asegura alcanzar el orgasmo en todas sus relaciones, aunque esto difiere entre hombres (84 %) y mujeres (55 %).
Y es que el placer conlleva un proceso de aprendizaje. Para un estudio de la Universidad de Pennsylvania, es mejor calidad que cantidad.
“Es importante jugar con los sentidos (vista, gusto, tacto, oído), para potenciar las sensaciones y generar una buena compatibilidad. Los intercambios de roles u otros juegos fetichistas para algunas personas resultan divertidos y excitantes, pero para otras no. Por ello, pacta y habla de forma abierta”, advierte Marian Ponte.