Después de un ataque terrorista como el sufrido en Cataluña, es normal que sientas rabia e impotencia y, también, que te veas vulnerable. Pero no debes obsesionarte. Para no sucumbir al pánico o la ansiedad, es importante seguir unas pautas.
Uno de los principales objetivos de los atentados terroristas es generar una sensación subjetiva de inseguridad”, explica el psicólogo clínico Jorge Barraca (jorgebarraca.com). “Subjetiva, porque es mucho más improbable ser víctima en un atentado que morir por una enfermedad, un percance en casa, un accidente de tráfico o un atropello. Por tanto, creer que permaneciendo en casa (y condicionando así nuestra propia vida) es más seguro que salir a la calle es una ingenuidad”. Pero, ¿qué podemos hacer para superar el lógico miedo inicial cuando pasa algo tan terrible como el ataque de La Rambla y de Cambrils?
HACER VIDA NORMAL
Cuanto menos salgamos y más limitemos nuestros movimientos por el miedo a que nos pase algo fuera de casa, más estaremos recordándonos el atentado y, por tanto, generándonos a nosotros mismos más y más miedo. En cambio, “si recuperamos nuestra normalidad pronto, será mucho más fácil no tenerlo tan presente”, matiza el experto.
NO CAER EN EL MORBO
Mantener un cierto equilibrio respecto a las noticias que se suceden también es sano. “No tenemos que dejar de ver las redes sociales, apagar la televisión o la radio cada vez que hablen de ello, pero tampoco atender morbosamente a todos y cada uno de los detalles”, aclara Barraca. “Por supuesto, tener una información cierta y contrastada es bueno, pero ahondar en cada uno de los pormenores del atentado no nos ayudará a pasar página antes”.
NO SOSPECHAR DE TODO EL MUNDO
Cuando estemos en una calle o en un centro comercial no conviene mantener un estado de alerta y sospechar de cada persona que nos crucemos o de cada vehículo que se aproxime. “Resulta mucho mejor hacer lo que solíamos y volver a escuchar la música con los cascos, ver los escaparates o leer, si esa era nuestra costumbre”, aconseja el psicólogo.
APRENDER A RELAJARSE
Por último, entender que estos hechos (y su repetición en los informativos) genera una activación y nerviosismo natural nos ayudará a comprender nuestro estado y a relativizarlo. “Por eso será bueno rebajarlo haciendo deporte o relajarnos de la manera que mejor nos sirva (estando con amigos, llevando a cabo actividades tranquilas, con la práctica de la relajación, escuchando música). Así recuperaremos más rápidamente la normalidad”, termina Jorge Barraca.
Cómo explicárselo a los niños
✓ “Tranquiliza a tu hijo”, “dale tú la noticia (que no la vea en la tele)”, “sigue con tus costumbres” y “habla con él de lo que ha pasado”, son algunos de los consejos que el psiquiatra Harold S. Koplewicz, presidente del Child Mind Institute, da a los padres tras una noticia traumática como un atentado terrorista.
✓ En la web de este instituto (childmind.org), que puede leerse también en español, varios expertos en salud mental infantil dan pautas a los padres para consolar a sus hijos y ayudarles a expresar sus sentimientos y sentirse seguros.
LA OPINIÓN DE MARIAN PONTE
Salir de un ‘shock’ traumático “Cuando hay un incidente donde sientes que tu vida o tu estabilidad psicológica está en peligro, el cuerpo experimenta un shock traumático que requiere una intervención, para prevenir secuelas que pueden durar toda la vida. Hace falta un abordaje que tenga en cuenta el cuerpo, porque es donde se queda registrada la memoria. Si una persona se siente sin salida y no puede huir o luchar, su energía se congela; se alteran sus emociones y su autoestima. A través de la terapia de la ‘experiencia somática’, por ejemplo, recupera la capacidad de disfrutar de la vida y aumenta su resiliencia”.