Tú crees, pero no sabes, que hay otra forma de...
7 de junio de 2022
La Psicología Consciente es tomar consciencia hacia una mirada interior...
Mercè Gracia Vitorio conversa con la Psicóloga y Sexóloga Marián...
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Luis: La voz interior, ¿Qué es eso de la voz interior?
¿Es la voz que nos critica? ¿Es la voz que nos anima? ¿Esa voz que oímos, es realmente lo que se llama en psicología consciente la voz interior?
¿Tu propio maestro, maestra interna? O ¿Es otra cosa?
¿Cómo distinguirlo?
Me surgen 2000 preguntas y a ver si por lo menos dos o tres, o cuatro, conseguimos en este nuevo episodio de Apuntes de Psicología Consciente con Marian Ponte.
Ya tenemos aquí a Marian al lado. Marian, muy buenas de nuevo y te lanzo la primera pregunta, ¿Qué es? O ¿Cómo desde la psicología consciente se puede definir la voz interior?
Marian: La voz interior sería aquella voz que te hace sentir bien, que está ausente de conflicto, que tienes una sensación de conexión, y de claridad.
Y es como, el eureka, el de los griegos, y te hace sentir que está unida a esa intuición, y a una sensación de sabiduría o de expansión, donde no te produce duda y lo experimentas desde la paz que eres.
Luego, evidentemente, hay muchas otras voces por ahí, por eso es tan importante, darse cuenta que cuando no hay nada o cuando estás más en vacío, o cuando has aprendido a salir del conflicto, desde esa paz, donde está el silencio, muchas veces puede aflorar esa voz, y te resulta como una especie de guía, de brújula, te marca un poco tu sentir con tu acción, y con tu pensar, y sientes una unicidad, sientes una sensación de claridad, otra cosa es cuando estamos, 30000 veces luchando con un montón de cosas, eso sería otra historia.
Luis: A mí, cuando decías eso, me venían momentos en mi vida, donde parece que te llega, como esa inspiración, que notas una apertura en el pecho, es como una felicidad… Por favor, con todo el margen de error, pero dime, ¿sí podría ser eso? Porque también me vendría bien, poder detectarlo, ¿no? Otras veces, tengo mucho diálogo interior y no noto esa sensación.
Y en paralelo me ocurre, que luego, cuando, por ejemplo, eso es… Un diseño de hacia dónde quiero ir o una decisión que debo tomar, que luego pasan los días y hay veces, que la veo como algo, muy alejado de lo que soy capaz de hacer o, es como que se fue la magia, yo muchas veces pienso, me desconecté o, algo pasó, porque en aquel momento lo veía todo super posible, me veía muy alineado con todo eso.
Me podrías dar alguna guía sobre, ¿Qué puede ser todo eso? En esa experiencia, por si alguien más, lo vive de esa forma.
Marian: Nosotros aprendemos a fragmentarnos, desde que somos chicos, la experiencia que vivimos, es una experiencia llena de creencias y llena de contradicciones, y experiencias que nos han impactado. Entonces, muchas veces, nuestras memorias interfieren en la sensación de tener una claridad mental, entramos en duda, entramos en conflicto, entramos en miedo. Entonces, cuando tú, vas dejando de lado, muy bien, siento este miedo, ahora lo dejo ahí, me concentro en la paz que soy, ahora siento esta inseguridad, y aprendes a despejar a través de la observación para tener más espacio o en aflorar, cuando no hay ansiedad, y cuando no hay ese miedo, y esas circunstancias, cuando no hay frustración, otras respuestas que son esas respuestas que expanden, o que las sientes con claridad, y que incluso las vives como una forma más intuitiva, ahí es donde vamos encontrando nuestro sentido, nuestro caminar, nuestra brújula y eso está conectado con la voz interior, porque muchas veces te pueden aflorar palabras y te pueden aflorar sensaciones, que tú sientes que son positivas, que te expanden, y que tienen sentido, y que te sacan de la limitación con la que tú estás viviendo, por supuesto que pueden venir después, circunstancias que nos desorganizan, porque una de las cosas difíciles es volver al centro, una de las prácticas justamente es volver al centro, con todas las veces que se requiera hasta que cada vez haya más centro y menos desorden.
Luis: Claro, claro, esa es la sensación que a mí me daba, que esos son pequeños momentos, en un mundo en el que todavía estoy en el caos y fuera de la conciencia, y voy ahí navegando como puedo, y hay momentos, donde uno tiene como esa conexión, y claro, al final es tan poco todavía, para las personas que estamos ahí en el camino, que, en el resto de nuestra vida, muchas veces nos parecen imposibles, los pensamientos que tenemos ahí o la capacidad de llevarlos a cabo. Y mientras tanto, hay un otro montón de voces, y ¿esas voces qué son entonces? ¿Si no son las que te conectan con la conciencia? O ¿Qué podrían ser?
Marian: En la vida todo es información, es una de las cosas más importantes, es que tú tomes todas esas voces, como tienen su función, con curiosidad, con pasión y con amor, para entender, cómo es que eso está en tu vida, en ese momento, muchas veces cuando tú te paras a escuchar esas voces, pueden ser en estados infantiles tuyos, épocas de tu vida que no fueron sanados.
Desde la psicología, se le puede llamar partes, yo le llamaba miniyoes, no importa, ¿sí? Como pequeñitos yoes, también pueden ser adultos, porque como tenía miniyoes chiquitinos, pues también adultos, como vivías fragmentado, ¡te sigues fragmentando!
Entonces, cuando tú aprendes, simplemente, a atender, cada contradicción, es un acto de amor, es un acto de reconciliación, es un acto de la búsqueda, de la unicidad, para tener un solo self, un yo, el yo que dirige, el yo ejecutivo, que se siente integrado en la vida, y que con ese silencio, y con ese, al ser el director de orquestas, afina los instrumentos, y todo suena en melodía, a partir de ahí, es mucho más sencillo, porque hay espacio, y porque no está en lucha, no hay guerra interna, no hay contradicción, piensa que eso desgasta mucha energía, porque tienes pensamientos, sensaciones y vivencias que te apartan de momento presente, pero si tú estás en presencia, lo único que tienes que hacer es, observarlo y no verlo como algo que lucha, sino como algo, que está necesitando ser dirigido hacia un lugar armonioso.
Entonces, cuando aprendemos a ir dándonos cada vez más armonía y menos conflicto, a partir de ahí, es cuando podemos tener esos destellos, esas sincronicidades, esas intuiciones, y esa claridad mental, donde sabes que eso es así, lo experimentas y lo sientes así, lo sigues y te das cuenta que la vida se armoniza, y te das cuenta que algo en ti florece.
Y otra vez, claro, cada vez necesitas más espacio.
Luis: Eso es, el camino hacia… Una plenitud de conciencia y hacia una comunicación más fluida con tu voz interior, con ese maestro interior, va, como decíamos, creo que la introducción en el primer episodio, por ir resolviendo, todas esas fragmentaciones que, normalmente, llevan asociadas cargas emocionales, momentos de no saber, que quedaron ahí, y digamos que, conforme vamos resolviendo eso, vamos ampliando nuestro espacio de conciencia y ampliando nuestra posibilidad de conectar con nuestra voz interior.
Marian: Por supuesto, porque cuando tú no luchas, y cuando aprendes, después a vivir en aceptación, buscas la armonía y la paz, puedes ver más tu potencial, pueden venir otros aspectos, porque no hay una negación ni tú estás poniendo una limitación, desde esa sensación, de que las cosas puedan venir a ti o que puede ser más consciente de lo que quieres crear y hacia dónde te quieres dirigir, es más fácil que todo fluya, tú no estás obstruyendo nada, simplemente estás viviendo el, concéntrese en la vida, que en realidad nos debemos a la vida.
O sea, no hay mejor experiencia, que sentir que la vida está en ti y que fluye a través de ti, esa es la mejor experiencia, eso es un estado de consciencia, óptimo.
Luis: Qué bueno.
Cómo esto, que parece que es el camino de la plenitud, cuesta tanto, porque muchas veces, parece que tenemos que dejar atrás, lo que nos mantuvo a salvo, de todos esos problemas, lo que fuimos construyendo, así que, por ahí, irá la siguiente reflexión, y en cuanto volvamos, te la lanzaré, Marian.
Estamos aquí con Marian y yo le decía, antes de la pausa, que por mucho que parece y que incluso vamos experienciando, que el camino hacia la conciencia, va aumentando nuestra plenitud, a mí, al menos y a personas con las que hablo, nos cuesta mucho, irnos desapegando de las otras voces. ¡Nos da miedo en el fondo! Muchas veces, sentir que, si me alejo del empresario, el inversor, el tal, que me generó la seguridad aparente económica, que me voy al precipicio, y parece que ir hacia esa conciencia, muchas veces, quizá, malentendida, es irnos a un lugar sin control o sin aparente control. Entonces, ¿cómo nos vamos alejando de esas voces que parecía que nos mantenían seguros para irnos yendo a la otra, Marian?
Marian: Buscando amor, dando comprensión, facilitando flexibilidad, pidiendo a las voces que cambien de función, comprendiendo qué les impide vivir más libre, y desde una parte más adulta, está dirigiendo el proceso, porque sabe que busca la paz, estás molestando todos esos fragmentos, es dándoles sentido de vida.
Luis: Ya.
O sea, cuando me dices eso, intelectualmente, lo entiendo tan bien.
O sea, es como que me llega, lo entiendo, llevo mucho tiempo leyendo sobre esto, trabajando sobre esto. Pero cuando lo aterrizo en mi día a día, veo que estoy anclado, que me cuesta muchísimo. Ahí es donde, ahora hablando contigo, decía bueno, la importancia de alguien, quizá que te vaya guiando en ese camino, me da la sensación de que… La comunidad también, personas en ese nivel de conciencia, pero alguien que te ayude, que esté ahí, que te guíe, tiene un efecto muy importante.
Marian: Sí, está claro, que lo que se interrumpió con un humano, es mejor repararlo con otro.
Luis: Oye, ¡qué bueno eso!
Marian: Entonces, está claro que hubiera sufrimientos, que hubo dolor, entonces ese dolor muchas veces necesitas hacer un duelo, y muchas veces hay una base de desconfianza, porque los que se supone no más te tenían que querer… Te hicieron daño, entonces eso va a generar, constantemente, puede generar fenómenos como hipervigilancia, miedo a relacionarte, miedo al rechazo, sentimiento de abandono, eso está conviviendo con nosotros, eso es evidente, son heridas que no dejan de ser heridas del alma, que están ahí todo el tiempo.
Pero el hecho de que tú lo observes y digas: “Esta es mi vida, voy a sentirla, y voy a ver dónde está esta herida”, y me quedo ahí, y me quedo con el cuerpo, pongo mis manos, respiro, le doy las gracias, porque me ha sostenido este cuerpo, con esas memorias, y pido, desde mi parte sabia, que se vaya disolviendo, porque no hace falta que siga estando ahí en este momento que ya no estoy, ni tan indefenso, ni soy tan niño, y le doy una visión de presente, le doy una visión de pasado, y si no le estoy diciendo a todas esas memorias que sigue habiendo el peligro, y que sigo estando allí.
Nuestro cerebro no sabe que el tiempo ha pasado, hay una parte que tiene que ser la adulta quien lo exprese, quien sabe que hoy estamos en un momento, donde no hay tales peligros, pero sí hay la sensación de fragilidad que se construyó, porque no se hizo un duelo o no se tuvo la sensibilidad o era demasiado pequeño, fue demasiado rápido, y no hubo esa sensibilidad, y ese ponerse en ser atendido, y que eso se pudiera disolver con el amor, y que de alguna manera volviéramos a tener esa explosión de vida y esa vitalidad, y ese amor, y esa comprensión, y transformar eso, en actos de comprensión consciente que generan sabiduría.
Luis: Entonces, sí, por ejemplo, yo estoy buscando desapegarme de ciertas cosas para buscar un estado de más conciencia, de conectar más con el amor, y hay una voz interior, o una parte de mí, que me está diciendo: “Ya verás como te vas a estrellar”, “Con todo lo que he hecho por ti”, “Que te he dado esta seguridad”, “Al final lo que hemos construido, estás rompiéndolo”. Por un lado, habría que observar todo eso desde el amor, entiendo que él también a lo mejor, está teniendo esa voz, está teniendo un miedo a que lo dejen atrás, y ayudarle a actualizar su función, por decirlo así, en el momento presente.
Marian: Claro, pero tú primero, tienes que reconocer que ha hecho una función vital, darle las gracias, porque tú no estás luchando con las voces, tú estás asumiendo que ha sido vital para tu existencia, que ellas estuvieran, y no lo harían hoy, tienen que tener lugar digno en tu corazón.
Entonces, una vez que tú, le das las gracias, preguntas, comprendes, qué estaba haciendo, si estaba tapando el dolor que estaba debajo o simplemente te estaba dando motivos para vivir.
Ahí es donde tú, sí le puedes decir: “Mira, yo necesito que sigas estando ahí, pero ahora te necesito de esta manera, necesito que pongas esa fuerza en lugar de pelearte con todo el mundo, y darme fuerza, para tomar la dirección que estoy tomando. Y también, te quito un poco de responsabilidad, porque estoy un poquito más fuerte gracias a ti”.
Entonces, nosotros podemos generar un lugar donde generamos unos pactos internos, y nos vamos responsabilizando desde el ejecutor que observa, y desde la conciencia compasiva, ¿sí?
Entonces, esta conciencia compasiva, entiende que todo tiene una finalidad, facilita, coordinación entre esas memorias, comprensión de cómo se afectan las unas a las otras para que no haya lucha o contradicciones, por ejemplo, una te puede decir una cosa y otra te puede decir: “No lo hagas”. ¡Esto para nosotros es un caos!
Entonces, es decir, no, no, si es que, las dos tenéis razón desde donde habéis estado viviendo, es que ahora estamos en otro momento, porque queríamos darle a la vida, otra función.
Entonces, cómo os podéis coordinar o qué podemos hacer, porque las dos sois importantes, y si estáis mal, yo voy a estar mal también, entonces vamos a intentar dar una nueva forma de mirar y una nueva forma de estar, porque ahí es donde me podéis ayudar, porque vosotros no vais a desaparecer, sino que os vais a transformar en algo mejor, donde todos vivamos en paz.
Luis: Claro, una armonía que haga que todos empujen en la misma dirección, todas esas partes y vayan evolucionando.
Marian: De la supervivencia al amor.
Luis: De la supervivencia al amor. ¡Muy bien!
Y para una persona que está en ese camino, para mí, por ejemplo, porque yo estoy en ese camino, muy lejos también, alguna… Indicación de cómo se podría, aunque fuera, puntualmente, tener cierta seguridad, si es posible decir esto, de que estoy conectando con la voz interior, con mi voz interior. ¿Cómo puedo llegar a ella, buscando el espacio, el entorno, la herramienta?
Alguna sugerencia o ¿Esto es un proceso que requiere de más? O ¿Se puede decir en dos minutos?
Marian: Para tener tu voz interior, primero has de aquietar tu mente y tu corazón, por lo que tienes que darte espacios, para comprender todo lo que está generando ruido.
Si tienes un ruido muy alto, no vas a escuchar tu voz interior.
Luis: Claro.
Marian: Pues en el momento que tú escuches tu ruido, y das al ruido, un espacio de comprensión, baja la intensidad, el ruido, y otras cosas pueden aflorar. Pero tiene que haber un coordinador consciente, que permita, modular el ruido, para que, a partir de ahí, se pueda escuchar algo que coordina, y que tiene sabiduría, entonces por eso se utilizan herramientas como, mindfulness, se puede utilizar la meditación, se puede utilizar el caminar, se puede utilizar el chi-kung, se puede utilizar cosas que facilitan, incluso, que el cuerpo y mente se coordinen, y que, a través de ese espacio consciente, también tú te experiencies sin ruido.
Y al mismo tiempo, aprender a vivir sin ruido, pero cuando hay ruido, lo primero es pararse y es poner orden.
Luis: Claro que sí.
Marian: Si tienes un coche sin gasolina, no tiene sentido que te planees un viaje, hasta que no lo llenes de gasolina o tengas un mínimo de gasolina para prever, cuántas horas puedes funcionar con ese coche, sin que te quedes escaso.
Entonces, si tú estás agotado, y estás con una sensación de contradicción, no estás en la vida fluyendo a través de ti, estás en la lucha o estás también en la ausencia, porque no quieres escuchar nada, o puedes tener fobia a escuchar, porque también pasa, cuando hay mucho dolor, ¿Qué hacemos? Nos distraemos con cualquier cosa, entonces, primero hay que arreglar, dijéramos, las cosas material, emocional y mental, para tener un mínimo de calma e ir trabajando estados de conciencia, pero cuando estamos en lucha, el mecanismo de disfrute y del placer, no está activado.
Y cuando hay mucha lucha, no te puedes relajar para sentir que creces y prosperas, porque estás manteniendo la supervivencia, son dos formas de vida incompatibles, por lo tanto, primero hay que arreglar una cosa.
Luis: Muy bien.
Bueno, yo me comprometo a empezar por ahí, a buscar espacios de calma, a bajar todo ese ruido mental en la medida que pueda, al final, acabaré llamándote, como hacemos todos, seguramente, pero esa primera parte la haremos y creo que ahora que estamos terminando esta parte, me parece que ha sido un capítulo bonito, muy práctico, muy esclarecedor, yo creo que, es algo que todo el mundo vive, sin tener ninguna dolencia, por decirlo así, y que es super importante que aprendamos a ir virando hacia la voz interior.
Te agradezco de corazón, profundamente, todo lo que nos has dicho en este capítulo y a todos los demás, que sigan buceando en tu web, te consulten lo que sea necesario, para que todos seamos cada vez un poquito más conscientes.
Muchísimas gracias de corazón, Marian, y, ¡hasta la siguiente!
Marian: ¡Gracias a ti, también!
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