El primer contacto con la sexualidad y conocimiento de nuestro cuerpo en la infancia
La sexualidad es un proceso que se va desarrollando desde antes incluso de nacer, donde los fetos ya tienen erecciones o lubricación vaginal.
Según estudios en embarazadas se muestra que hay erecciones tanto del pene, como del clítoris antes del nacimiento. Entonces, es importante tener en cuenta que la sexualidad tiene lugar desde que somos bebés. La exploración del cuerpo comienza a darse en los primeros años con la sexualidad infantil. Es común encontrar al niño o niña tocándose. Esto puede producir en los padres o las madres una reacción de rechazo, de asco o enojo. Esta actitud es integrada por el niño o la niña generando un vínculo negativo con su sexualidad. Se incorpora la creencia de que tocarse es algo malo o sucio, por ende, no deben hacerlo.
La información tiene que ser adecuada según la edad del niño o la niña. Es importante como adulto o adulta ser claros y claras a la hora de hablar. Se deben utilizar las palabras correspondientes para referirse a las partes del cuerpo. Al hablarles de sexualidad no se les incita a ello, por el contrario, si como madres y padres asumen un rol activo para generar una comunicación segura y clara el niño o la niña van a captar e integrar el mensaje de forma positiva. Se sabe que cuánto más educación sexual ha recibido en sus casas, tienen menos imprudencias y son menos propensos o propensas a verse envueltos o envueltas en un abuso sexual.
Existen diferentes etapas. La primera instancia es la oral donde la madre amamanta dando lugar a ese desarrollo. Es el momento en el que los bebés se llevan a la boca todo objeto que encuentran. Es su manera de ir conociendo e integrando su entorno. La segunda etapa es la anal, cerca de los tres años comienza a desarrollarse. Esto tiene que ver con la evacuación de los intestinos, con controlar los esfínteres como un acto de autonomía ante los padres y las madres. Dentro de los tres y cinco años los niños y niñas experimentan la identificación con su género y la diferenciación con el otro género. Esta tensión psicológica se da en estos primeros años, por ello el desarrollo de una persona dentro de sus primeros seis años de edad es fundamental.
Es importante la imagen de los padres y las madres y cómo se vinculan en pareja. Los niños y niñas forman un mapa interior en función de la forma que tienen sus padres y madres de darse afecto y cómo se manifiestan: si se toca, se miran, se hablan, se respetan. Los niños y niñas aprenden de lo que ven, de las conductas que integran. Por esto la educación sexual es esencial en todos los casos. Enseñar a ligar la sexualidad con las emociones y los sentimientos ayuda a ir conformando el mapa mental del niño o la niña desde un lugar mucho más respetuoso, respetando tanto su cuerpo como el de los y las demás.