¿Cómo reconciliarse?
En un momento de enfado, podemos llegar a decir cosas de las que luego nos arrepintamos. Aprende a gestionar esas desavenencias.
El roce hace el cariño, pero también que haya más desencuentros. La vida en pareja requiere de grandes dosis de tolerancia y paciencia. Ceder y dar para recoger y recibir. Una balanza en equilibrio que puede descompensarse en cualquier momento. ¿Cómo evitar las peleas? Y, lo que es más importante, ¿cómo recuperar la armonía familiar después?
INTENTA EVITARLA
La ira es una emoción que requiere ser atendida y escuchada para que se regule. Piensa primero qué ha provocado tu enfado. "Hay aspectos nuestros que pueden estar sin un trabajo emocional y dispararse de más o puede que vivamos de forma injusta e hiriente lo que sucede", explica la psicóloga Marián Ponte. La introspección es una herramienta valiosa y necesaria para poder situarse delante de los conflictos y comunicarnos con asertividad, es decir, expresando nuestros deseos de una manera amable. Intenta buscar el acercamiento honesto, recíproco, mostrando tu vulnerabilidad. No se trata de tener la verdad o la razón, sino simplemente de mostrar cómo vivimos lo que está sucediendo que nos incomoda. "Atiende a tu interior, muestra que sufres y dile a tu pareja que deseas buscar soluciones y que necesitas que se implique porque te importa y deseas vivir sin conflictos", señala la experta.
HERRAMIENTAS ÚTILES
Antes de empezar una discusión, prueba lo siguiente:
- Decirle a tu pareja que necesitas retirarte 20 minutos
- No sacar a la luz temas pasados.
- Usar un lenguaje que integre a los dos y no que divida. "Muchas parejas creen que decir todo sin filtros es honesto y, a veces, es hiriente y poco eficaz para sumar y aprender", advierte la psicóloga.
- Buscar resolver el conflicto de pareja entre vosotros, sin opiniones de terceros.
- Reconocer las dificultades personales y pedir a la pareja ayuda para facilitar los cambios en lugar de negar, defenderse o culpar.
- Tener claridad en lo que pretendemos comunicar, no andarse por las ramas.
- No dar nada por supuesto, ni personalizar, ni interpretar.
- Tener claro que lo que agrede, daña gratuitamente, humilla o maltrata no es justificable.
- El castigo de no decir nada en días es una mala gestión del mundo emocional que erosiona el amor, no lo utilices.
SI HIERES CON TUS PALABRAS
Cuestiónate qué errores has cometido y qué te ha llevado a herir. Si no asumes tu parte de responsabilidad, tu relación difícilmente funcionará desde el amor. Después, muestra una actitud positiva, cooperadora y abierta a la escucha y al diálogo. Expresa honestamente lo que crees que de tu parte ha fallado y puedes corregir. "Cuando se muestra madurez, reflexión e intención de mejora es más fácil que las cosas se solucionen, porque no estaremos en actitud de defensa", explica la experta.
Pide perdón sin estar pendiente de quién ha de pedirlo antes. "Cuando ves que la situación puede mejorar, no hay maltrato, solo malos entendidos por orgullo. Mostrarse próximo genera confianza y apertura para que se resuelva el conflicto de base". El contacto físico, como coger la mano, tocar el hombro o dar un abrazo, puede también ayudar en la reconciliación después de una disculpa. Siempre y cuando las circunstancias permitan la empatía (ponerse en el lugar del otro) y el clima propicie dicha cercanía.
Si la situación ha causado mucho dolor o resentimiento, puedes decir: "Estoy con mucho dolor ahora, necesito mi tiempo para poder digerir y, después, hablar". Es inteligente darse una pausa para poder desconectar de la negatividad, ver la situación con perspectiva y reflexionar.
Para hablar de un tema delicado es importante ELEGIR EL MOMENTO, el lugar y la receptividad del otro
RESPETA TU RITMO Y EL DE TU PAREJA
Cuando el dolor es muy intenso o hay acúmulo, es mejor no presionar si no se tienen las cosas claras a forzar el diálogo. Lo que sí es importante es que le comuniques a tu pareja que estás por la labor de intentar resolver lo que os pasa. Puede suceder que uno de los dos necesite rápidamente hablar y el otro necesite su tiempo para poder digerir o expresar. "A veces hay personas que necesitan esclarecer lo sucedido para poder comprender o digerir su dolor antes de volver hablar. Si lo hacen inmediatamente debido a la saturación del dolor, afectaría más a la relación. Por eso, uno puede expresar simplemente dónde está para que la pareja vea que siguen unidos y que se requiere de ese tiempo para conversar más tranquilamente o, al menos, poder buscar soluciones compartidas", aclara la psicóloga.
Lo ideal cuando hay un conflicto es no retrasar el encuentro y, a ser posible, hablar el mismo día o al día siguiente. Si pasa mucho tiempo, se pierde cercanía.
Cada persona tiene que ver dónde están sus dificultades emocionales. Comprender su procedencia y decidir crecer con su pareja.
Si existen conflictos, hay que buscar cómo salir de ellos y hallar alternativas. Se pueden buscar momentos de tranquilidad y seguridad para expresar lo que sucede, escribir a la pareja o hacer terapia.