Cuáles son los trucos que podemos usar para evitar la eyaculación precoz, no es una cura, pero sí unos consejos que nos ayudarán a controlar nuestro placer y hacer así que disfrutemos más del sexo.
La eyaculación precoz afecta cada vez a más personas. Ante esta situación lo primero que se debe realizar es una evaluación sobre cuáles son los factores psicológicos y cuáles los factores físicos que están interviniendo. La ansiedad, por ejemplo, es un factor que puede afectar mucho a este tipo de comportamientos, esto dependerá de cómo hemos aprendido a manejar nuestras emociones.
Cómo controlar y evitar la eyaculación precoz de forma natural y volver a gozar del sexo con tu pareja.
Para comenzar a controlar la situación es importante conocer cuál es el “punto de no retorno”, es decir, cuál es el punto previo a cuando la eyaculación ya no se puede evitar. Cuando se está realizando una masturbación se puede realizar el siguiente ejercicio: cortar el estímulo en un momento de suma excitación, dejar bajar la erección y volver a estimular la zona. De esta manera se va ejercitando el manejo del ritmo sin que la eyaculación sea algo inevitable, alargando el momento placentero y logrando tener orgasmos más profundos. Para poder percibir esto, es importante conectar con nuestro cuerpo y asumir las sensaciones que tengamos. El darnos cuenta de las sensaciones previas nos permite alargar el placer, haciéndolo más duradero y evitando que sea una simple descarga.
Ejercitar el músculo de “kegel” puede favorecer al control de la eyaculación. Es el mismo músculo que se utiliza para orinar, aunque no se aconseja ejercitarlo en ese momento ya que puede provocar una infección de riñones. Se debe contraer y relajar una serie de veces al día sin llegar a sobre exigir la zona, ya que eso también sería contraproducente. No se recomiendan ni los aerosoles, ni las cremas que permiten durar más tiempo. Lo que hacen estos productos es inhibir la zona, es decir, no se va a la causa, sino que sólo se ataca el síntoma. El sexo es para disfrutar, no para evitar o reprimir el sentir. Otro aspecto a tener en cuenta que puede ayudar a relajar el cuerpo es la respiración, observando que esta sea más lenta y profunda se evitará entrar en un cuadro de ansiedad. Necesitamos desligar la sexualidad de nuestra mente y conectarla con nuestro sentir. Así seremos nosotros quienes manejemos nuestra vida, no nuestros problemas.
Este tema puede ser de interés:
Disfunciones sexuales