Según un estudio, a el 80% de mujeres que están en pareja les gustaría tener una sexualidad con mayor regularidad, siendo más activas. Esta premisa abre al debate. Es relevante destacar, más allá de los estudios, que las mujeres buscan ser escuchadas y valoradas. Este debe ser el camino para que la intimidad funcione para ellas. El sexo en estos tiempos modernos se vende a todas horas y en todos lados por eso es importante dejar de mirar hacia afuera para poder escuchar lo que nos pide nuestro cuerpo ¿Hay deseo? ¿Tengo ganas? ¿Qué me apetece? No importa cuál sea tú género.
Cada vez hay más visibilidad sobre el deseo sexual femenino y esto poco a poco va siendo un avance. Ya no tenemos que esperar a que el hombre tenga la iniciativa. Las mujeres tenemos deseos, tenemos necesidades y queremos ser escuchadas. A la hora de pensar en una pareja sexual se hace hincapié en la importancia de la higiene, los detalles, la innovación, el cuidado personal. Aun estando en pareja hace tiempo, no hay que descuidar el vestirse bien para una cena, el dar afecto sin intenciones de ir a más, el dejar un mensaje con alguna nota para sorprenderla o sorprenderlo. Por estar hace tiempo juntos y conocerse en todos sus estados no quiere decir que no haga falta cuidar la pareja, librándola así a la costumbre de lo que nos queda cómodo. Todo vínculo debe ser cuidado si queremos que crezca y prospere.
No hay que vivir la sexualidad como un objetivo, no es una competencia. La sexualidad se trata del compartir con un otro o una otra, dando lugar a la espontaneidad sin poner límites antes de comenzar. El sexo se trata del disfrute. Es importante la comunicación para poder generar una compatibilidad y lograr que ambas personas disfruten. Si no sabemos lo que nos gusta debemos darnos el lugar para preguntarnos, para conocernos mejor. No se trata de que sólo una parte se sienta satisfecha, el vínculo es de a dos. Cuando se es más joven el físico es lo que más llama la atención, luego se da más importancia a la calidad en vez que la cantidad. Lo importante en todos los puntos y edades es entender que lo que tienes en frente es una persona, como tú, con necesidades, con deseos, con miedos, con ganas; por ende, la comunicación sexual y la escucha deben estar presentes. Tenemos que ser partícipes para que nuestra salud sexual sea plena. Lo importante es llegar a una sexualidad en la que ambos y ambas se acoplen y se sientan satisfechos y satisfechas. Es de suma importancia para esto no limitaros a creencias como: “el orgasmo tiene que ser siempre coital”. Por el contrario, debemos dedicarle más energía a alimentar la intimidad con besos, abrazos, caricias sin esperar ir siempre a más. En esto radica el retroalimentar la sexualidad en la pareja.