¿Qué nos pasa cuando no tenemos sexo? Por supuesto que el sexo ayuda en muchas cuestiones a nivel emocional, físico y mental. Es bueno para la salud, pero ante la falta de éste siempre hay otras posibilidades. Muchas cuestiones pueden apartar el sexo de tu vida, esto puede ser tanto algo ocasional como permanente. Es importante saber escucharse y permitirse cambiar de parecer, lo que necesites hoy puede que mañana no sea lo mismo. Una de las causas por las que una persona puede no involucrarse con el sexo es por no tener el deseo, estas personas se consideran asexuales. No es una enfermedad mental, es una orientación sexual como cualquier otra.
La historia de vida es importante, no da igual por todo lo que se haya pasado. Si tienes un buen mundo interior y un buen estado social es más fácil sostener cuando la sexualidad deje de formar parte de tu vida, no va tomarse de forma negativa. Si todo se centra en la pareja y te quedas sin ello entonces sí tendrá un impacto negativo. Se puede vivir sin sexo y se puede buscar sus efectos positivos en otras actividades como reír, comer algo que te de placer, darte un baño de agua caliente, entre muchas otras cosas que surgen desde el amor propio y desde el vínculo con otros seres queridos. El bienestar no depende del sexo sino de una forma de vida que también deviene de otras actividades. La idea no es buscar sustituir al sexo, pero sí generar situaciones que nos hagan sentir bien. La diferencia está entre no querer y no poder. El no querer es entendible y respetable pero el no poder, por ejemplo, por sentir que no se encuentra la pareja adecuada no debe determinarnos. La masturbación es una forma de darse autoplacer y de seguir conociendo y vinculandose con el cuerpo. A veces un simple masaje nos ayuda a reconectar con el contacto. Necesitamos que nos toquen y tocarnos, no sólo a nivel sexual sino también afectivo. El contacto físico, aunque no sea coito, es necesario para la buena salud, esto se puede dar en forma de abrazos, besos, caricias. La risa también es muy importante, nos permite liberarnos del estrés y conectar con el disfrute.
Si no se tiene sexo igual se puede disfrutar de muchísimas otras maneras, es importante abrir las opciones. La vida es una adaptación constante a cambios. Si en algún momento se renuncia a una etapa sexual, sea por el motivo que fuera, si eso no afecta a la persona negativamente entonces no tiene por qué ser un problema. El ser humano y sus sexualidades tienen múltiples opciones, se puede jugar por ejemplo con juguetes eróticos si no tiene pareja. No tiene que tener por finalidad terminar en orgasmo, puede ser un juego para sentir el cuerpo, para reconocerlo y conectar. No hay que cerrar nuestro mundo de estímulos, eso forma parte de la riqueza de crecer y explorarse.