La comunicación humana es la base de toda relación sana y próspera. Es necesaria no solo para el sexo sino para progresar en todo aspecto. Los problemas de incompatibilidad en la pareja comienzan a darse cuando las personas no tienden a dialogar en cualquier tema en general, por lo tanto, tampoco en la sexualidad. También se da cuando las personas se encuentran desconectadas. Si no hay tiempo para que el vínculo o la relación sexual crezca entonces ésta se va a debilitar. Como todo vínculo necesita de su cuidado para evolucionar.
La creatividad en las parejas, el ser lúdicas, el involucrarse, y el promover el respeto logran que, si a todo esto le sumamos la comunicación, la sexualidad funcione mucho mejor. En la sexualidad se encuentran las parejas para generar un espacio amoroso. Pero, las limitaciones comienzan a aparecer cuando no hay mucha satisfacción. Es importante que haya tanto comunicación verbal como no verbal. Nos entregamos en la relación con el otro o la otra por ello si no hay reciprocidad, o hay tabúes, o mensajes negativos que nos hacen sentir insuficiente, todas estas limitaciones afectan y condicionan la actividad sexual. Debemos entender que muchas veces la comunicación sexual no se da de primeras sino como una construcción a partir de una vivencia y un aprendizaje. Hay que ir hablando de ello en los momentos oportunos, de una forma habilidosa para buscar el progreso en el vínculo. Para este crecimiento es esencial conocernos a nosotros o nosotras mismas para poder expresar nuestros gustos y así orientar y guiar al otro o la otra generando el diálogo sexual. No hace falta mucho, a veces simples refuerzos como: “me gusta” o “sigue”, alcanzan. Buscamos incentivar en los puntos que sí gustan y reforzarlos en vez de anclarnos en lo que no nos gusta. La autenticidad es imprescindible en un mundo que está construido por roles. Hay que aprender también a hablar con naturalidad de sexo para así poder retroalimentarnos de ello.
Formamos en nuestra mente un mapa erótico desde niños y niñas. Desarrollamos en este mapa nuestra manera de percibir los estímulos. Allí entran las preferencias de conducta, de factores de personalidad o rasgos físicos en la otra persona. No siempre se elige una pareja por sólo verla y sentir atracción sexual. La pareja se elige por múltiples factores. En muchas relaciones se necesita un reaprendizaje de todo lo que sabemos. Aquí toma importancia la comunicación para que las relaciones funcionen. Se necesita siempre la implicación y el compromiso de ambas partes.